Por Gisela Salomón / Associated Press
Los Marlins de Miami anunciaron el martes la suspensión de su manager Ozzie Guillén por cinco partidos tras el escándalo desatado después que el venezolano dijo en una revista que admira a Fidel Castro.
Guillén, por su parte, dijo que se siente “arrepentido” y “avergonzado”, y se disculpó por haber “herido sustancialmente” no sólo a la comunidad cubana de Miami sino también a la latinoamericana.
“Siento que sí he traicionado a un pueblo latino. Estoy aquí para pedir disculpa con el corazón en la mano”, expresó Guillén en una rueda de prensa que ofreció minutos después que los Marlins anunciaron su castigo.
Sentado detrás de un escritorio frente a una multitud de periodistas, aseguró que sus declaraciones sobre el ex presidente cubano fueron mal traducidas.
“Fue un error personal de la cosa que yo tenía en mi mente y lo que dije”, dijo Guillén en un intento por explicar sus declaraciones sobre Castro. “Lo que quería decir en español lo dije mal en inglés”, expresó el venezolano en busca de calmar el escándalo provocado en la comunidad de exiliados anticastristas de Miami, la más numerosa del mundo.
Dijo que quiso decir “que una persona que ha hecho tanto daño en el mundo aún está vivo”.
“No lo admiro. Una persona que ha hecho tanto daño no tengo por qué admirar”, manifestó Guillén al ser preguntado sobre sus declaraciones acerca de Castro.
Guillén, quien en el pasado se ha reunido con el líder venezolano Hugo Chávez, le dijo a la revista Time que adora a Castro y lo respeta por mantenerse en el poder por tanto tiempo.
Al menos dos funcionarios locales manifestaron que Guillén debería renunciar a su cargo.
Guillén dejó a su equipo en Filadelfia y voló a Miami para ofrecer disculpas el martes en el nuevo estadio del club.
Los Marlins y los Filis tenían su día libre y resumían su serie en Filadelfia el miércoles. Guillén indicó que acudirá al estadio para disculparse con sus jugadores, pero no estará en el dugout. El puertorriqueño Joey Cora, coach de banca, será el manager interino.
El equipo, en tanto, anunció la sanción en un comunicado. La suspensión tiene efecto “inmediato” y Guillén no recibirá su salario mientras dure, señalaron los Marlins.
“Los Marlins reconocen la seriedad de las declaraciones atribuidas a Guillén. El dolor y el sufrimiento causado por Fidel Castro no puede ser minimizado, especialmente en una comunidad llena de víctimas de la dictadura”, indica el comunicado de un párrafo.
El equipo había expresado el sábado en otro comunicado que no hay “nada que respetar” acerca de Castro, y lo calificó como un “dictador brutal”.
Los Marlins inauguraron esta temporada un estadio nuevo en el barrio Pequeña Habana e intenta apelar a la comunidad cubana para que acuda a los partidos.
En la rueda de prensa, Guillén dijo que no estaba allí para “salir de un problema, sino (decir) la verdad”.
Indicó que sus últimos días han sido bastante difíciles y “solamente Dios y mi familia saben lo difícil que lo hemos pasado. Estoy arrepentido de lo que hemos pasado y de poner a muchas personas en un puesto que no tenían que estar”.
Ofreció disculpas a las familias cubanas y les solicitó que lo entiendan.
“Pido perdón con el corazón en la mano y de rodillas a los cubanos y a los latinos”, expresó.
Refiriéndose al presidente venezolano, manifestó que “poquito a poco está haciendo el mismo daño a Venezuela que Fidel le hizo a Cuba”. Dijo que no comparte su ideología ni es partidario de su política.