“Soy paciente oncológico, mi nombre es Martha Patricia Morales Cruz. Me aplicaron una quimioterapia el 19 de diciembre. Yo allá en Chihuahua tengo un hermano el cual ha estado al pendiente en pensiones para que le autorizaran mis siguientes quimioterapias, que una tenía que ser a partir del dos de enero. Mi hermano empezó a ir allí al a pensiones desde el 21 de diciembre, a lo cual le mencionaron que para que con tanto tiempo y mi hermano mencionó que era para que estuvieran los medicamentos a tiempo va porque se estaba dificultando y ahí lo tuvieron. Que venga mañana, venga pasado y llegó el 25 de diciembre pues ya hubo interrupción, se viene también lo del día último. Aun así mi hermano se estuvo presentando a partir del 4 de enero otra vez. El miércoles que va mi hermano a pensiones le dicen que falta un medicamento para mi quimio, luego le dicen que no, que se equivocaron, que faltan dos” así inicia la docente contando su pasar por las manos del sistema de salud.
Luego, narro como es que pidió al sindicato de su sección, la 42 y a su representante en la región noroeste a la maestra Mireya para comentarle la situación por lo que dijo, solamente a los pertenecientes a la sección 42 no les autorizan absolutamente nada, incluso conto que llamo a otro hospital sin decir que era de pensiones, solamente explicando que necesitaba tratamiento de quimioterapias a lo que le comentaron que si existía el medicamento.
“Que casualmente a las personas que pertenecemos a la sección 42 no nos están autorizando nada. Pero el día de hoy aparte, yo me di a la tarea de hablar al hospital Ángeles. No dije que era persona de pensiones, yo era una persona X, no me pidieron mi nombre, pero yo allí hablé y les dije que era paciente oncológico que me iba a aplicar una quimioterapia y pues así. Entonces con tristeza me doy cuenta de que si hay medicamento oncológico, pero para las personas que son particulares, pero para los que tenemos pensiones, no hay medicamentos desgraciadamente” comentaba Morales entre el llanto.
“Yo tengo muchas ganas de vivir. Yo no me quiero morir. Pero yo creo, yo considero, también le digo que si con una aspirina no me voy a aliviar, necesito el tratamiento de quimioterapia, le digo, y también si me lo aplican, cuando lo autoricen cada mes o cada dos meses o cada algo, le digo pues tal vez, aunque yo tenga ganas de vivir, esto de nada va a servir, porque como no se puede estar aplicando el medicamento, cuando uno guste ponérselo, mis quimioterapias las indicaciones cada 14 días son 2 por mes.”
Miembros del magisterio del Estado de Chihuahua han hecho de conocimiento su inconformidad con el estado actual de Pensiones Civiles del Estado, y la historia de la maestra Martha se ha convertido en el ejemplo del dolor que pasan muchas familias por el carente servicio. Muchos aseguran que tal como este, existen muchos otros casos por lo que lo califican de inhumano.
Andy Guevara
