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Aficionados del equipo Indios e integrantes de una de las porras más problemáticas de beisbol en los últimos años denominado ‘Hooligans’, terminaron a golpes tras el partido de la noche del sábado en el Estadio Juárez Vive.
Incluso uno de los agredidos sacó un arma de fuego, aunque no se reportó que hibiera realizado detonaciones, sin embargo en las fotografías de El Diario se alcanza a ver cuando la tiene empuñada en la mano derecha, durante la trifulca.
Tal como ha sido su costumbre en los últimos años, tanto en los juegos de casa, como en los de visita, varios de los integrantes ‘envalentonados por el consumo de alcohol’, provocan batallas campales en los estadios y esta vez no fue la excepción.
A pesar de esto, el jurisdiccional de la Zona Uno, el ingeniero Luis Manuel Aguirre, les tiene una serie de privilegios dentro del estadio, a grado tal que les asignó un área muy central y transitada en el estadio, por lo que gozan de una impunidad completa.
Además, la vigilancia en el interior se limita a sólo unos cuantos guardias, cuando la misma Ley de Espectáculos Municipal dice que se debe de pagar a Policías Municipales para mantener el orden.
Varios de los involucrados salieron con el rostro ensangrentado y hasta el momento ninguna autoridad, mucho menos la que rige el beisbol en esta ciudad, ha reportado detención o acción en contra de los rijosos.
