Por Tim Booth / Associated Press
SEATTLE — Si las negociaciones hubieran prosperado hace un año, la llegada de Nelson Cruz a Seattle habría ocurrido antes.
Los Marineros cortejaron a Cruz el año pasado, sin conseguir su objetivo. El dominicano terminó liderando las Grandes Ligas en jonrones, tras firmar por una temporada con Baltimore.
Una vez vencido ese contrato, los Marineros dieron el paso al frente para ofrecer términos que sedujeran a Cruz.
“Fuimos lo más receptivos y honestos, y dijimos, `éste es el pelotero a quien queremos'”, comentó el gerente general de Seattle, Jack Zduriencik, durante la conferencia en que se presentó oficialmente a Cruz. “Y las cosas se dieron”.
Los Marineros consiguieron al poderoso toletero derecho que representaba su prioridad para la próxima campaña. Firmaron con Cruz un contrato por cuatro años y 57 millones de dólares.
Cruz recibirá un millón de dólares antes de que concluya el año, por estampar su firma en el contrato, y tendrá salarios anuales de 14 millones.
Con Baltimore, había firmado por una temporada y ocho millones.
El bateador de 34 años esgrimió argumentos convincentes para obtener un contrato por varios años, al batear 40 vuelacercas y producir 108 carreras con Baltimore. Zduriencik dijo que la adición de un cuarto año al convenio fue crucial para suscribirlo.
“Con Nelson, es un hecho que se le considera un bateador muy poderoso, y eso es difícil de encontrar hoy en nuestro deporte”, opinó Zduriencik. “En nuestra liga, él puede ser un bateador designado, lo que lo preservará de cierta manera. Está en gran forma, es un trabajador realmente bueno. Madurará muy bien, nosotros queríamos tenerlo aquí y lo logramos.
Cruz cumplió en 2013 una suspensión de 50 juegos por infracciones al acuerdo antidopaje de las Grandes Ligas, en relación con la pesquisa sobre la clínica Biogenesis. El jueves, el quisqueyano insistió en que cometió un error al consumir sustancias prohibidas y aseguró que eso ha quedado atrás.
Es probable que Cruz batee en el orden justo después que su compatriota Robinson Canó, quien comenzará la segunda campaña de un contrato por 10 años y 240 millones de dólares. Cruz se reencontrará con el también dominicano Fernando Rodney, cerrador de los Marineros.
“Hemos tenido una relación muy cercana”, dijo Cruz acerca de Canó. “Él es uno de los motivos principales por los que estoy aquí. Creo que él estuvo promoviéndome todo el tiempo. Yo también quería ser parte de esto”.
Los Marineros han ostentado uno de los mejores cuerpos de pitcheo en la Liga Americana, pero se quedaron fuera de la postemporada sólo por un juego, debido a la falta de un bateo oportuno.
Cruz cubriría esa laguna, aunque nunca ha tenido grandes estadísticas en el Safeco Field. Ha sonado al menos 22 vuelacercas en cada temporada desde 2009, y se le ha elegido tres veces al Juego de Estrellas.
Su promedio de bateo, de .271, y su “slugging” de .525 con Baltimore representaron sus mejores números desde 2010, cuando estaba en Texas.
Ha bateado para .240 con nueve cuadrangulares y 19 remolcadas durante 52 juegos en Seattle. Ese promedio mejora el que tiene en Oakland, con .185, y Anaheim, con .218.
“Simplemente creo que los grandes peloteros hacen que mejoren también quienes les rodean. Considero que tener a Nelson a la mitad de nuestro orden al bate no sólo dará (a Canó) más lanzamientos para conectar, sino que todos los que vengan atrás tendrán también la oportunidad de producir carreras”, comentó el manager de Seattle, Lloyd McClendon.
Se disiparían así las dudas en el bateo de Seattle. Con Canó, Cruz y Kyle Seager, los Marineros lucen temibles en el tercero, cuarto y quinto turno del orden.
McClendon dijo que Cruz será principalmente un bateador designado pero también se le utilizará en los jardines. Cruz jugó 70 encuentros en las praderas con Baltimore la campaña anterior.
Los Marineros buscarían añadir otra pieza a su ataque. Zduriencik reconoció que, hace unos años, Settle no parecía un lugar atractivo para los agentes libres.
“Creo que está cambiando la idea sobre esta organización”, indicó.
