HORA DE GANAR EN EL DESIERTO DE ARIZONA.

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12 diciembre, 2015

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PHOENIX – Los Diamondbacks tuvieron la sexta menor nómina en Grandes Ligas en el 2015 (según Spotrac) con US$83,458,333 millones destinados a sus jugadores.
Se puede decir ahora, con bastante seguridad, que Arizona subirá de ese lugar número 25 entre los 30 equipos de Grandes Ligas para el 2016. El contrato de seis años y US$206.5 millones otorgado al as Zack Greinke es sólo parte de un agresivo proyecto de los Diamondbacks para ganar ahora mismo.

Con Shelby Miller ya en sus filas, se ha rumorado que Arizona también pretende firmar al derecho Mike Leake, quien es de los lanzadores más cotizados que quedan en el mercado libre.

Con Greinke, Paul Goldschmidt, A.J. Pollock y los demás integrantes jóvenes y talentosos de los Diamondbacks, el futuro a corto plazo se ve bien brillante en el desierto. Lo dijo Greinke, quien también ve bien el futuro a largo plazo de la franquicia.

“Hay un buen futuro aquí para múltiples años”, comentó Greinke al ser presentado en el Chase Field como nuevo intregrante del equipo. “No es sólo ahora”.

Es bastante llamativo el giro que se ha dado entre los “jefes” de los Diamondbacks, empezando con el dueño principal Ken Kendrick y el máximo ejecutivo Derrick Hall y llegando hasta el máximo ejecutivo de béisbol, Tony La Russa, y su gerente general Dave Stewart.

Hace unos pocos años, los Diamondbacks eran mucho más tímidos a la hora de buscar talento de cartel y a alto precio. El lema del entonces gerente general Kevin Towers y el manager Kirk Gibson era de acumular a los denominados grinders, es decir, peloteros de mucha garra y entrega pero no necesariamente con las mejores herramientas del béisbol.

Recuerden que a un año de ganar el Oeste de la Liga Nacional, Arizona se deshizo del toletero Justin Upton—un jugador joven y bajo control contractual del equipo—en un mega-cambio que trajo al desierto al venezolano Martín Prado, entre otros.

También llegaron nombres como Jason Kubel, Cody Ross, Eric Chávez, Cliff Pennington y Mark Trumbo, pero la realidad es que ese grupo nunca llegó a producir los resultados a los que aspiraban Towers y Gibson. Ante el desastre del 2014 (64-98), llegó La Russa y su equipo gerencial para un nuevo comienzo.

Los Diamondbacks del 2015 superaron las expectativas bajo el nuevo manager Chip Hale con récord de 79-83 y, como bien lo dijo Stewart, “Francamente, pensamos que éste es el momento para subir al próximo nivel”.

Efectivamente, el pitcheo abridor es lo que hacía falta. Primero le hicieron una oferta de US$120 millones al dominicano Johnny Cueto, quien la rechazó. De ahí, Arizona optó por gastar casi US$100 millones más para procurar los servicios de la superestrella Greinke.

“Sé que (la oficina central) hace su trabajo, y ahora nos toca a nosotros los jugadores asumir nuestra responsabilidad de prepararnos para la próxima temporada y rendir”, dijo Goldschmidt, quien ha sido la cara de la franquicia desde hace varios años.

¿Cedieron demasiado los Diamondbacks por Miller? A lo mejor sí, porque dieron al venezolano Ender Inciarte, Aaron Blair y Dansby Swanson, siendo éste último la joya de su sistema de liga menor antes del cambio con los Bravos.

Pero la mentalidad está clara: Es hora de ganar en Arizona, sin importar el dinero y sin preocuparse de más por el futuro. El giro es de 180 grados. Ahora queda ver hacia dónde nos lleva.

 

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