24-10-11
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Afirman que en esta vida, cada quien tiene un propósito, una encomienda que cumplir. Don Félix Manríquez Varela, distinguido y honorable ciudadano, la tenacidad y entrega lo convirtieron en ejemplo de amor para su familia y de paso a sus semejantes; ha sido testigo de los principales acontecimientos sociales, políticos y culturales de una de las cabeceras municipales mas importantes de la región Noroeste.
Originario de Cieneguilla Gran Morelos del estado de Chihuahua, a sus 97 años de edad conserva gratos recuerdos del nacimiento de una ciudad próspera y conocida como el Granero del estado grande del Norte de la República. A pocos años de haber dejado la cacería, uno de sus prácticas favoritas, ahora al incluido la lectura entre sus hábitos cotidianos, ha leído cientos de obras literaria, destina una hora diaria para saborear la literatura, también es coleccionista de cientos de fotos y admirador de Francisco Villa.
Don Félix llegó muy pequeño a San Antonio de los Arenales, creció en medio del desarrollo comercial y vio de cerca el nacimiento del ferrocarril; por muchos años embarcaba semilla de avena con destino a Mérida, entidad que visitó y compartió con sus hijos, también tiene la fortuna de conocer y haber explorado el esplendor de las grandes industrias.
En la progresiva población de Cuauhtémoc, fue empleado de la negociación Centro Mercantil, acudía a sus labores media hora antes de la entrada, se retiraba 30 minutos después de la salida; su firme disciplina siempre será admirada por sus descendientes,
Oscar Leyva y Don Felix Manríquez
Expedicionario y amante de la cultura, recorrió gran parte de la Republica, en ocasiones al lado su familia impregnando instantes inolvidables en todo momento al interponer primero a la familia, sus descendientes, en la actualidad lo honran con su amor y cuidado.
Tanto amor a su familia, lo aventuraron a embarcarlos en el tren de pasajeros con destino a la sierra, con la finalidad de que sintieran y disfrutarán el placer de viajar en ferrocarril, mientras él se trasladaba en su vehículo de la época, por los escabrosos y boscosos caminos.
El amor a sus semejantes, amigo y siempre el buen consejero, cualidades que resaltan quienes conocen a don Félix,
Tras dejar un pasado brillante como ser humano, Don Félix desde hace varios años acude con pasión y en su interior, quizá reviva momentos inolvidables, cada día espera el paso del ferrocarril y con su mirada despide los vagones que cruzan la ciudad, la cual en varias ocasiones dejó para viajar.
En la actualidad, Don Félix Manríquez Varela, es un personaje distinguido, el cual no solo es admirado por sus hijos, nietos y bisnietos, sino por los vecinos y habitantes que han llegado al pasar de los años, a radicar a esta bella y prospera ciudad, granero del estado de Chihuahua, capital mundial de la Manzana.