CACHORROS, CARDENALES Y PIRATAS HICIERON GALA DE SU DOMINIO.

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30 diciembre, 2015

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PITTSBURGH – Eliminemos las ligas y las divisiones de Grandes Ligas, pongamos a los 30 equipos en una lista y ordenémosla por cantidades de victorias en el 2015. En el primer y segundo y tercer lugar lo ocuparían clubes de la histórica División Central de la Liga Nacional.

Los Cardenales, el primer equipo que suma 100 victorias desde el 2011, tuvieron con el mejor récord en Grandes Ligas. Los Piratas superaron un inicio lento para terminar con 98 victorias. Y los Cachorros cosecharon 97 victorias en la temporada regular antes de eliminar a ambos rivales divisionales para avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

En cualquier otra división, los Piratas y Cachorros se hubiesen llevado el banderín. Los Reales fueron el único otro equipo de Grandes Ligas que alcanzó las 95 victorias. Por lo tanto, por primera vez en la historia del béisbol – desde que se establecieron divisiones en el 1969 y se crearon seis divisiones en 1994 – los equipos con los tres mejores récords salieron de la misma división.

“Es bastante inusual”, dijo al respeto el gerente general de los Piratas, Neil Huntington, el último día de la temporada regular. “Por suerte los Astros ya pertenecen a la división”.

Aun con lo intensa que fue la competencia, los Cardenales nunca cayeron del primer lugar. A pesar de lesiones de piezas claves, el equipo de San Luis se mantuvo en la cima del 16 de abril en adelante, pero no amarraron el título divisional hasta que cosecharon su 100ma victoria el 30 de septiembre al vencer 11-1 a los Piratas.

“Nuestra división estuvo bien reñida y sobrevivirla como lo hicimos demuestra la manera en que este club juega y la confianza que tiene en sí mismo”, dijo el gerente general John Mozeliak aquella noche.

Los Piratas y los Cachorros tuvieron que disputar ventaja de local para el Juego del Comodín del Viejo Circuito. Pittsburgh prevaleció por un juego en las posiciones, pero por segundo año consecutivo, sucumbió ante el brazo más encendido en el béisbol.

En el 2014, fue Madison Bumgarner. Este año, fue el diestro de los Cachorros, Jake Arrieta, quien después de una segunda mitad histórica blanqueó a los Piratas 4-0 en el PNC Park.

Un partido de muerte súbita entre el segundo y el tercer mejor equipo de Grandes Ligas desató un debate sobre el formato de la postemporada.

¿Acaso fue justo que los Piratas, que tienen el segundo mejor récord en el béisbol en los últimos tres años, vieran terminada sus últimas dos temporadas sin disputar una serie completa en los playoffs?

¿Y qué tal si los Cachorros, que ganaron más juegos que los Mets y los Dodgers – campeones del Este y el Oeste de la Nacional, respectivamente – hubiesen llegado a la postemporada pero no hubieran tenido la oportunidad de jugar frente a su fanaticada en el Wrigley Field?

Y hablemos de los Cardenales. ¿Debe su recompensa por ganar la división y sumar 100 victorias ser una revancha con el segundo mejor equipo en Grandes Ligas?

“Es imposible encontrar un sistema que sea justo para todos”, dijo el presidente de operaciones de béisbol de los Cachorros, Theo Epstein, en septiembre. “En un año como este, en teoría, a algunos equipos les gustaría que se cambiara el formato. Otro año ese mismo formato te podría beneficiar. Por lo tanto, tienes que trabajar con lo que venga”.

Encabezados por el nuevo manager Joe Maddon y un núcleo de estrellas jóvenes – en particular los novatos Kris Bryant, Kyle Schwarber y Addison Russell – los Cachorros hicieron justo eso en octubre. Eliminaron a los Piratas y a los Cardenales antes de sucumbir ante los Mets en la Serie de Campeonato.

La rivalidad se extendió a los primeros meses del invierno. Los Cachorros ya le arrebataron dos jugadores claves de los Cardenales al firmar como agentes libres al abridor John Lackey y al jardinero Jason Heyward y demostraron su poder económico al firmar al utilityBen Zobrist.

Dado que cuentan con esos jugadores además de su núcleo joven, algunas personas ya han proyectado que los Cachorros son los favoritos para ganar la Serie Mundial en el 2016. Pero los Piratas regresaran con su núcleo casi intacto a medida que esperan por una camada de prospectos bien cotizados y los Cardenales no van a pasar al olvido.

En otras palabras, la Central de la Nacional podría ser igual de competitiva en el 2016.

“Espero mucho de lo mismo”, dijo Maddon. “Creo que nosotros, los Piratas y los Cardenales volveremos a batallar como lo hicimos el año pasado.

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