“ÁNGEL MACÍAS juega béisbol por una sola razón: porque nació para jugar béisbol. De niño fue un auténtico fenómeno que podía lanzar con cualquier mano y batear por ambos lados del pentágono y jugaba cualquier posición.
Durante la larga jornada que llevó a los Pequeños Gigantes a la captura del Título Mundial, Macías llegó a jugar, en el mismo partido, la posición de parador corto, lanzando con la mano derecha y también la de primera base utilizando su brazo izquierdo.”
El juego perfecto que lanzo para ganar la Serie Mundial es una joya que pertenece a todo México, pero especialmente es una rica herencia para todos los niños que ahora tienen un ejemplo digno de imitar”.
Del libro Los Pequeños Gigantes
De César L. Faz



