PROMESA CUMPLIDA

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1 agosto, 2020

 

El lanzador zurdo nayarita lanzó un episodio con los Dodgers y le dedicó su debut a su padre fallecido

Por Javier Rodríguez Castro

Pasaron más de 30 años para que un nayarita pudiera llegar a las Grandes Ligas desde que Germán Jiménez lo hizo con los Bravos de Atlanta a finales de los 80’s.

El segundo pelotero de la entidad en cumplir con el sueño americano, es el zurdo originario de Tuxpan, Víctor Aarón González, quien apareció este viernes en el quinto episodio, sustituyendo a Tony Gonsolin en el juego entre Dodgers de Los Ángeles y Diamondbacks de Arizona.

Gónzalez lanzó una entrada en relevo y salió sin decisión. El zurdo permitió una carrera, tres imparables, ponchó a uno y dejó un hombre de herencia.

Víctor, de 24 años de edad, se ganó su lugar con los Dodgers después de varias temporadas de trabajo. El tuxpense es ejemplo de disciplina y por eso pudo debutar en la gran carpa con el equipo donde Fernando Valenzuela se volvió leyenda.

El debut del nayarita tiene una dedicatoria especial, ya que hace algunos años falleció su padre y el pelotero de los Dodgers prometió que jugaría en las Grandes Ligas.

Con su primera aparición en las mayores, González le cumple a su papá y busca consolidar una carrera en MLB.

EL NÚMERO 130

El serpentinero se convirtió en el mexicano 130 en el gran show y se une a la lista donde aparecen grandes nombres como Baldomero “Melo” Almada, (el primero en hacerlo). Beto Ávila, Aurelio Rodríguez, Fernando Valenzuela, Vinicio Castilla entre otros.

Víctor González buscará darle una alegría a la afición de los Dodgers, quienes no ganan una Serie Mundial desde 1988.

El nayarita está en Los Ángeles junto con el sinaloense Julio Urías, quienes es uno de los abridores del equipo californiano.

La oportunidad que le brinda el manager Dave Roberts a González será como pitcher relevista para llevarlo poco a poco.

Con el debut de González, los jóvenes peloteros nayaritas que están firmados en Grandes Ligas saben que los sueños se pueden cumplir.

Solamente es cuestión de disciplinar y trabajar para conseguir llegar al mejor béisbol del mundo.

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