359 ANIVERSARIO DE GABRIEL TEPORAME, “INDIO TEPORACA”

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5 marzo, 2012

Tomochi.- La Presidenta Municipal, Agueda Torres Varela, encabezó la ceremonia indígena por el 359 aniversario de Gabriel Tepórame, conocido como el “indio Teporaca”.

La alcaldesa, reconoció el esfuerzo de las 32 comunidades indígenas del municipio por mantener vivas su cultura y costumbres, a quienes aseveró que su administración lucha diariamente por hacerles llegar programas y recursos que les ayude a desarrollarse.

Indígenas de todas las comunidades aledañas a Tomochi, acudieron a celebrar con danzas matachines y pascolas y carreras de Arihueta y Bola.

“En las primeras rebeliones de los Tarahumaras participó con los españoles en la persecución de los alzados, sin embargo con posterioridad cambió su modo de pensar, con toda seguridad al advertir que los españoles pregonaban la fe en un dios verdadero, pero no practicaban la caridad y demás virtudes, dando un trato injusto e inhumano a los indígenas.”

Gabriel Tepórame

Fue un audaz y valiente guerrero, que encabezó la tercera rebelión de los Tarahumaras ocurrida en el año mil seicientos cincuenta y dos. Su nombre en dialecto indígena quiere decir ” El Achero “, también se le conoce como Gabriel Teporame. No se sabe con exactitud su fecha y lugar de nacimiento, pero esta claro que fue bautizado por los Misioneros Jesuitas por ello llevaba el nombre de Gabriel, y que gran parte de sus acciones bélicas las realizó en la región del PAPIGOCHI, que ahora nos ocupa. En las primeras rebeliones de los Tarahumaras participó con los españoles en la persecución de los alzados, sin embargo con posterioridad cambió su modo de pensar, con toda seguridad al advertir que los españoles pregonaban la fe en un dios verdadero, pero no practicaban la caridad y demás virtudes, dando un trato injusto e inhumano a los indígenas. Este personaje estaba dotado de una singular y rara retórica con la que pudo atraer a muchos tarahumaras hacia su causa, virtud que le valió para convertirse en líder de ellos. De igual manera a través de sus acciones se puede advertir que era muy astuto e inteligente, ya que en el ataque a la villa de Aguilar perpetrado el dos de marzo de mil seicientos cincuenta y dos, inicialmente sostuvo un pequeño enfrentamiento con los soldados españoles en el que no hubo bajas de ninguna de las partes, lo que ocasionó que los colonos que vivían en las inmediaciones de la Villa abandonaran sus ranchos y moradas y fueran a buscar protección al poblado, fué entonces cuando Teporaca demostró su audacia, toda vez que aporovechó ese momento para apoderarse de los animales que los colonos habían dejado abandonados, proveyéndose de esta forma de alimentos y dejando a la vez sin ellos a sus contrincantes, quienes adicionalmente quedaron sin oportunidad de huir al no poder hacer uso de sus bestias, resultando todo lo anterior tan solo un ardid de guerra muy bien premeditado, ya que después de ello Teporaca y su gente se retiraron a descansar y hasta el día siguiente fue cuando realizaron el verdadero ataque contra la Villa de Aguilar, misma que actualmente no existe pero que se localizaba cerca de lo que hoy es el poblado de Borjas o bien el de Basúchil. Por otra parte Teporaca demostró que era infatigable y audaz, en razón de que despúes de que atacó la Villa de Aguilar, se dirigió a noventa y seis kilometros al Este y destruyó el pueblo de visita de San Lorenzo, continuando con el mismo rumbó cayó sobre la Misión de San Francisco Javier de Satevó, enseguida procedió a la destrucción de siete Misiones de los padres Franciscanos, tales como: Santiago, Santa Isabel, San Andrés, San Bernabé, San Gregorio, San Diego y San Bernardino, tomando en cuenta que en ese tiempo no había caminos trazados y que los indigénas no tenían acceso a los caballos y que por lo tanto sus recorridos los hacían a pie, puede valorarse la dimensión de su empresa bélica. Así mismo Teporaca demostró valentía y honradez ya que en una ocasión esperó a sus enemigos para hacerles frente, así mismo llegó a liderar a un ejercito de dos mil rebeldes y destruyó muchas Misiones y Poblados en base a una estrategia militar previamente establecida. Finalmente fue traicionado por sus compañeros y entregado a los españoles el veintisiete de febrero de mil seicientos cincuenta y tres, quienes de inmediato citaron a un consejo de guerra y fue condenado a muerte. Se cuenta que le exhortaron al arrepentimiento y a la confesión, pero murió empedernido sin ceder súplica alguna, fue colgado de un árbol y falleció maldiciendo a los españoles mientras ningún aliento le quedaba y condenando la cobardía de sus paisanos de hacer las paces con los blancos invasores. Y hasta el último suspiro manifestó el odio que tenía contra los suyos por haberle traicionado y entregado a sus enemigos, su cuerpo fue atravezado por inmumerables flechas y se pudrió al aite libre en el árbol donde fue colgado. El lugar de su ejecución se localiza en Tomochi.

ACTA DE EJECUCIÓN DE TEPORACA

Localizada en el archivo del H. Ayuntamiento de Hidalgo del Parral.

” Ejecución de sentencia y relación de no haberse querido confesar ni conocer a Dios y razones de lo que dijo: Al centro. Doy Fe que en cumplimiento de la sentencia de antecedente fué sacado Don Gabriel Tepórame, que en nuestro idioma significa ” El Achero “, puesta la gente en orden a efecto de ejecutarla y habiendo sido apercibido tratase de confesarse y prevenirse para morir por el señor presbítero Don Juan Tello, Capellán Mayor de éste ejército, significándole las penas del infierno mediante los intérpretes Capitán Juan Echavarría y Don Baltazar, dijo: que no quería confesar ni conocer a Dios si no veía ir a uno de nosotros vestido y calzado entrar al cielo; que no trataran de decirle nada, que cuando lo cojieron les había dicho que lo ahorcasen y que no lo trajeran, y que para que querían que les dijera nada, si hacía muchos días que estaba con el diablo, que si acá ahorcaban, también el había ahorcado frailes y españoles. Que con vista de su depravada intención y de que no se podía reducir, fue ahorcado en un árbol enfrente de donde está el Real y los indios amigos mostraron gran contento de verle ahorcado y todos le tiraron flechazos. Y para que conste, de mandado de su señoría, dí el presente, es este Real sobre el valle de Tomochi, en cuatro de marzo de mil seicientos cincuenta y tres y el dicho intérprete lo frimó, siendo testigos el sargento mayor Alonso Ramírez de Prado, el General Sebastian Sosoaga y otros muchos presentes. Diego de Galarreta, escribano de Gobernación y Guerra.

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