GIGANTES DE SAN FRANCISCO VAN POR UNO.

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28 octubre, 2014

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Por Eric Núñez / Associated Press

 

KANSAS CITY, Missouri — Estar contra la pared es algo a lo que los Reales de Kansas City están avezados.

 

Después de todo, estuvieron abajo por cuatro carreras en el octavo episodio ante Oakland en el juego de comodines de la Liga Americana y también remontaron desventajas en el noveno y décimo innings.

 

Sucumbieron en el primer juego de esta Serie Mundial, con lo que se cortó una racha de ocho victorias al inicio la postemporada. Su respuesta fue encadenar triunfos seguidos frente a los Gigantes de San Francisco.

 

Para mantener encendida la ilusión de conquistar su primer campeonato desde 1985, los Reales recurrirán el martes a Yordano Ventura, un novato dominicano de 23 años.

 

En procura de su tercer título en los últimos cinco años, San Francisco contará con Jake Peavy, un veterano con 13 años de servicio y ganador del Cy Young en 2007.

 

Peavy abrió y se consagró campeón de la Serie Mundial del año pasado con los Medias Rojas de Boston. Pero cargó la derrota el miércoles previo en el segundo juego, enfrentando a Ventura, y quedó con marca de 1-4 y 7.05 de efectividad en ocho aperturas de postemporada.

 

Ventura se convertirá en el cuarto novato con dos aperturas en el Clásico de Otoño desde 2000, uniéndose a John Lackey, Justin Verlander y Michael Wacha.

 

“Estoy tranquilo, a pitchear como lo he hecho en los juegos anteriores”, dijo Ventura. “A hacer strike y a hacer mi trabajo como lo tengo que hacer… Estamos en casa y tenemos todo el apoyo de los fanáticos. Los muchachos van a jugar fuerte como lo hemos hecho el año entero”.

 

Pero los campeones de 2010 y 2012 llegan entonados a Kansas City. Luego de ir perdiendo 4-1 a la altura del tercer inning del cuarto juego el sábado, San Francisco ha anotado 15 carreras sin réplica para colocarse a una victoria de emular a los Cardenales de San Luis (1942-46) como los únicos equipos de la Liga Nacional con tres títulos en un lapso de cinco años.

 

“No vas a cambiar tu estilo porque nos quedan dos o un juego más”, indicó el piloto de los Gigantes Bruce Bochy. “Esperamos que nuestro pitcher esté en forma y que nosotros anotemos carreras… Ellos seguirán iguales. Van a salir a dejarlo todo”.

 

En los antecedentes de las Series Mundiales al mejor de siete juegos, con formato de 2-3-2, los equipos que regresan a casa abajo 3-2 tienen marca de 13-16 de por vida.

 

Algo que debe alentar a los Reales es que ocho de los últimos 10 salieron triunfantes, con los Cardenales como el ejemplo más reciente en 2011, al ganar dos seguidos ante Texas en el Busch Stadium. Y los mismos Reales enhebraron tres triunfos consecutivos para despachar a San Luis en 1985.

 

San Francisco no querrá que la serie se prolongue al máximo. Habría que remontarse a los Piratas de Pittsburgh de 1979 para encontrar al último equipo que de visita ganó el séptimo juego de una Serie Mundial. Y desde 1980 apenas cuatro equipos visitantes han ganado el sexto partido, con los Marlins como los últimos en hacerlo al vencer a Nueva York en el Yankee Stadium en la edición de 2003.

 

La segunda Serie Mundial dirimida entre comodines ha seguido con exactitud el patrón de la primera en 2002. Entonces, los Gigantes ganaron a domicilio el primer juego, perdieron los dos siguientes y luego sumaron dos victorias en fila para irse arriba 3-2. San Francisco se adelantó 5-0 en el sexto juego en Anaheim, pero acabaron perdiendo 6-5 y los Angelinos se impusieron en el séptimo.

 

Más que nunca, los Reales dependerán del aliento de su afición. También ayuda el que no deberán vérselas otra vez ante Madison Bumgarner, aunque de repente salga como relevista en un posible séptimo duelo. El zurdo tiró una blanqueda el domingo para poner la serie 3-2 a favor de San Francisco, dejando en 0.29 su efectividad tras 31 episodios lanzando en el clásico. Abrió un partido en el 2010, otro en el 2012 y dos en el actual.

 

“Ya no tenemos que preocuparnos por Bumgarner”, dijo el jardinero central Jarrod Dyson. “Vamos a enfrentar a pitchers con los que sí podemos lidiar”.

 

Tal vez resulta apropiado que esta Serie Mundial culmine en el Kauffman Stadium, un parque que llevaba 29 años sin ser anfitrión de juegos de playoff. Fue ahí donde los Reales pusieron en marcha una vibrante postemporada al venir de atrás para ganar 9-8 en 12 innings el juego de comodines, un choque comenzó en el último día de septiembre.

 

“El sitio será una locura”, pronosticó el mánager de los Reales Ned Yost, quien tras el cuarto juego reveló que su deseo era una serie que se definiera en siete desafíos. “Ahora tendremos que caminar por la cuerda floja sin una red, pero nuestro jugadores no tienen miedo. Si caemos, estamos acabados. Pero si ganamos el martes, nadie tendrá una red”.

 

Como ocurrió en 2010 y 2012, los Gigantes deberán buscar el título fuera de casa. Están acostumbrados, después de todo fueron el tercer mejor equipo visitante en la Liga Nacional.

 

“Cuando salimos, tratamos que sea un juego normal, disfrutarlo como si estuviéramos en casa”, comentó Gregor Blanco, el jardinero central venezolano de San Francisco. “Será un atmósfera muy bonita, todo el ruido. Es algo que nos gusta. Durante todo el año, jugamos con casa llena”.

 

Blanco abrió el segundo juego con un jonrón ante Ventura, pero Kansas City logró reaccionar para imponerse 7-2. Para enfrentar al dominicano que puede tirar rectas sobre 100 millas por hora, Blanco indicó que hay que obligarlo a trabajar con la cuenta: “Debemos agruparnos como equipo para agarrar buenos turnos. Es un pitcher agresivo que puede irse a los lados de la zona, y esperarlo”.

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